El zutanillo vive en aquella casa que esta en esa loma.
Vive solo con perros y nunca habla con nadie;
A veces se le ve sentado en la cima de ese cerro, mirando al horizonte,
Siempre con un perrito que lo sigue.
A veces, cuando llega gente al pueblo, el se encierra en su choza. Cierra las ventanas y las puertas y de ahí no sale. Lo hemos querido ayudar llevándole comida y provisiones pero reniega todo tipo de ayuda.
No sabe de celulares, ni televisión ni vehículos.
No entiende de tecnología.
Hace poco pusieron luz eléctrica en el pueblo, pero el no aceptó que se acercaran a su territorio y no aceptó poner ningún cable de electricidad para su vivienda y correteó a los trabajadores a pedradas.
Si. Vive solo. Nunca nadie va a verlo. En todo el pueblo, debe ser solo una persona la que conoce su voz. Yo, personalmente, no se la conozco. Nunca lo he escuchado mencionar palabra.
Me han contado que dice que vive feliz. Supongo yo que debe ser feliz a su manera.
Rehúsa todo tipo de invitación. Para navidades y años nuevos, se acompaña solo de sus vagos recuerdos y de sus animales que son su única familia y, creo yo, la razon de su felicidad.
Ese hombrecillo, ese zutanillo, se llama Ignacio.
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