Una mañana, rumbo a la universidad, me llamó la atención el vecindario a las 7 de la mañana. La luz era distinta, el clima era otro. Todo era fotograficamente bien organizado. Una de las cosas que me llamó la atención era que no ve veía mucha gente. Se lograba ver colores que no se lograban ver a otras horas del día. Una de las primeras clasdes de "Teoria de la imagen Digital", el profesor dió como trabajo la realización de cerca de 200 imagenes de un tema elegido a eleccion. No la pensé dos veces y elegí salir a hacer imagenes a las 7 de la mañana. Durante 3 días a la semana, salí casi a las 5 de la mañana a retratar el barrio con todo lo que ocurría a esa hora. Una de esas imagenes es esta: frente a los bomberos de Lo Espejo. A la distancia estaban perros que jugaban entre ellos y que no les interesaba en lo mas minimo que yo los retratara. Me miraban y continuaban su juego. Frío y sueño.
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