Justo en el medio del desierto, hay una persona de pié. A pesar del calor, está vestida con chaqueta, pantalones largos y botas. Tiene las manos en los bolsillos del pantalón. Sobre su cabeza, hay un cuervo parado que intenta no caerse. El cuervo tiene buen equilibrio y se mantiene bien parado sobre la cabeza del zutano.
El hombre parece ignorar la presencia del cuervo parado sobre su cabeza. Este picotea en su frondosa cabellera tan fuerte que le llega a sangrar la cabeza. Pero el hombre no se inmuta de la situación. El cuervo le arranca el cabello a picotazos y el, parece no sentir dolor. Por el contrario, el hombre parece estar tratando de recordar algo importante, ya que no pone atención en las fuertes agresiones que sufre por parte del cuervo. Mientras pica y pica la cabeza del hombre, el cuervo hace equilibrio con sus alas, pues parece no querer caerse de la cabeza en donde está parado.
Un cuervo le picotea la cabeza a un hombre en mitad del desierto.
Parece la penitencia de un hombre después de haber cometido algún siniestro crimen.
El hombre no atina a nada. No se mueve. Tampoco hace el menor intento por tratar de alejar al cuervo de su rostro. No pretenderá que los demás sientan dolor por él...
Su rostro está ensangrentado. El continúa con sus manos en los bolsillos, mientras el cuervo le picotea con gran fuerza sus mejillas y sus labios.
al hombre parece no importarle los ataques del cuervo parado sobre su cabeza.
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