Sígueme en Twitter

sábado, 21 de abril de 2012

DE CASUALIDAD, ¿NO ES TUYO EL CADAVER QUE ESTÁ EN EL BAÚL?


Hay un cadáver en el baúl de mi recamara,
Y no se quien cresta lo dejó ahí.
Ahora resulta que tengo a un muerto viviendo conmigo.
Desde que vi al muerto que no puedo dormir,
De solo pensarlo me da cosa.
Yo pensé que Anatolio Valdes Duarte, mi fiel perro, lo había matado.
Pero al pobre una mosca lo puede espantar.
Tanto esfuerzo, estudio y sacrificio por vivir en paz y tranquilo y venir a pasarme esto justo a mí.
El muerto vive desde hace algún tiempo en mi baúl, desde el día en que lo descubrí, que mas urgido no puedo estar.
Ahora si que cagé. Siento ya las llamas del infierno que me consumen,
Por castigo mereceré ser devorado por la furia del diablo en su infierno.
Hay un cadáver en el baúl de mi recamara,
De casualidad, ¿no es tuyo?
Que tengo mala suerte, por la cresta. ¿Qué voy a hacer ahora?
Lo mejor es no pensar en el cadáver del difunto muerto que se murió.
Hasta que me llame Satán voy a tener que cargar con un difunto…
(Que más encima está muerto)
Me hice una pregunta: ¿Cuál es el castigo que tengo que pagar?
Ya me siento consumido por las llamas del averno
Y si no hago algo pronto, consumido me calcinaré.
Resulta que ni siquiera conozco al cadáver.
En la noche, me temo, que el difunto se pare, valla a la cocina,
Tome un cuchillo cocinero y me acuchille y yo perezca muerto para hacerle compañía…
Ahora resulta que estoy igual que en la película Pesadilla: no puedo dormir.

No hay comentarios:

Publicar un comentario