Desde que te conocí que me cautivaron tus
palabras,
Tu cuerpo, sobre todo tus piernas y todito
lo demás,
Hablabai muy lindo, que me queriai mucho,
que me amabai
Me juraste tu amor de aquí a la eternidá,
Y como yo soy tan guea, todo, todito te lo
creí.
Iba yo para tu casa y salíamos tomados de
la mano,
Y como soy tan guea te comenzaba a
conversar,
De cualquier cosa, pues estaba nervioso.
Y tu me hablabai de Gonzalo, Roberto,
Fabián, Rogelio y de Alan,
Obviamente yo te importaba menos que un
maní,
Y como yo soy tan guea, de eso nunca
cuenta me di.
Caminando por la acera, tu vestida de
jumper,
Felices a la plaza nos fuimos a aplicar.
Me llamabai por fono pidiendo que nos
juntemos,
Y yo, el muy agüeoldo, aceptaba sí no mas,
Pensando que a la tonta con migo le
gustaba estar,
Y como soy tan guea, nunca le pregunté por
que.
Y al final de cada cita yo me sabía la
vida de todos tus maridos,
Biografías completas que me tenía que
mamar.
(Yo me hacía el weon)
Y como soy tan re guea, la cara de méndigo
me miró.
Hasta que me hinchó las bolas y a la xuxa
la mandé, adefesio humano, no te quiero ver más,
Y al tiempo me llamaba llorando por
teléfono,
Diciendo que la perdonara por favor,
Y como la vida me enseñó a no ser tan wea,
le dije:
“¡NI CAGANDO SOY NI UNA WEÁ MAS DE VO’!”
Dile al pedofilo y bisexual de tu vigésimo noveno marido
Que te consuele y se haga cargo de vo’…
¿Creí que son weon yo?
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